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REVISTA DE MUSEOLOGÍA OT, 2025 AÑO 15, n.º 17, ISSN 2078-0664, ISSNE 2307-3942, ISNI 0000 0001 2113 0101
Erquicia Cruz, José Heriberto. A quinientos años de la llegada de los castellanos. Conquista de Cuscatlán y
fundación de la villa de San Salvador. p. 61-81
A quinientos años de la llegada de los
castellanos. Conquista de Cuscatlán y fundación
de la villa de San Salvador.
Five hundred years after the arrival of the Castilians. Conquest
of Cuscatlán and foundation of the village of San Salvador.
José Heriberto Erquicia Cruz*
0000-0002-9152-0057
Centro de Investigación
Universidad Pedagógica de El Salvador,
«Dr. Luis Alonso Aparicio»
El Salvador, Centroamérica.
herquicia@pedagogica.edu.sv
Fecha de recibido: 26 de agosto de 2024
Fecha de aceptación: 30 de septiembre de 2024
DOI: https://doi.org/10.5377/koot.v1i17.18990
URI: http://hdl.handle.net/11298/1377
Resumen
Este artículo, se consigna en el marco del Quinto Centenario de la
«Conquista de Guatemala y Cuscatlán», con ello pretende narrar a través
de varias fuentes, las acciones de asedio, invasión y batallas llevadas a cabo
por los castellanos y sus aliados indígenas a partir de la primera incursión
al mando de Pedro de Alvarado en 1524, reconociendo que ésta acción de
* Licdo. en arqueología por la Universidad Tecnológica de El Salvador, UTEC, y máster en Docencia
Universitaria por la misma universidad; máster en Ciencias Sociales por la Facultad de Ciencias
Sociales FLACSO, Guatemala; máster en Historia de América Latina. Mundos indígenas, por la
Universidad Pablo de Olavide, UPO, Sevilla, España; doctor en Historia y Estudios Humanísticos:
Europa, América, Arte y Lenguas, por la UPO. Profesor invitado en programas de pregrado y posgrado
en Estados Unidos de América, México, Centroamérica y España. Investigador adscrito al Colegio de
América, del Centro de Estudios Avanzados sobre América Latina y el Caribe de la UPO. Miembro de
la Red de Estudios Afro-Centroamericanos REAC y de la Red Mexicana de Estudios sobre Paisajes
Patrimoniales RMEPP. Miembro de Número de la Academia Salvadoreña de la Historia, y miembro
correspondiente de la Real Academia de la Historia de España y de la Academia de Geografía e Historia
de Guatemala; y miembro de la Asociación de Arqueología de El Salvador. Director de la Escuela de
Antropología de la UTEC, 2006-2010; director del Museo Nacional de Antropología de El Salvador,
2014 a 2021; Actualmente director del Centro de Investigación de la Universidad Pedagógica de El
Salvador. Investigador en patrimonio cultural, identidades indígenas y afrodescendientes.
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conquista fue una prolongación de la de México-Tenochtitlán. Por su parte,
la conquista de Cuscatlán y del resto del actual territorio salvadoreño, no
fue una operación militar expedita, sino más bien un proceso dilatado, y de
visibles fracasos para los conquistadores y los conquistados.
Para vislumbrar estos hechos de Conquista, es importante reconocer
la documentación, tanto elaborada por los españoles que participaron
como actores; como por los indígenas aliados que poseyeron «agencia»,
documentaron en sus respectivos pictogramas y códices, su respectivo
registro para cotejar ante los españoles la lealtad como socios. Además
de las crónicas indígenas de los pueblos conquistados. Finalmente, se
discuten los hechos de la fundación de la villa de San Salvador en 1525
hasta su traslado al actual emplazamiento en 1545.
Palabras clave:
El Salvador - Historia - Descubrimiento y conquista,
1524. San Salvador (El Salvador) - Arqueología. Guatemala - Historia
- Descubrimiento y conquista, 1524. Guatemala - Arqueología. Mayas.
Indígenas de México. Pipiles.
Abstract
This article is written in the framework of the Fifth Centenary of the “Conquest
of Guatemala and Cuscatlán”, and thus aims to narrate, through various
sources, the actions of siege, invasion and battles carried out by the Castilians
and their indigenous allies from the rst incursion under the command of
Pedro de Alvarado in 1524, recognizing that this conquest was an extension
of that of Mexico-Tenochtitlán. For its part, the conquest of Cuscatlán and
the rest of the current Salvadoran territory was not an expeditious military
operation, but rather a prolonged process, with visible failures for both the
conquerors and the conquered. In order to understand these facts of the
Conquest, it is important to recognize the documentation, both prepared by
the Spaniards who participated as actors; and by the indigenous allies who
had “agency”, documented in their respective pictograms and codices, their
respective records to verify their loyalty as partners to the Spaniards. In
addition to the indigenous chronicles of the conquered peoples. Finally, the
facts of the founding of the village of San Salvador in 1525 until its transfer
to the current location in 1545 are discussed.
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Keywords:
El Salvador-History-Discovery and conquest, 1524. San
Salvador (El Salvador)-Archaeology. Guatemala-History-Discovery and
conquest, 1524. Guatemala-Archaeology. Mayas. Indigenous people of
Mexico. Pipiles.
Introducción
Este ensayo, pretende brindar una aproximación histórica a través de una
diversidad de fuentes arqueológicas y etnohistóricas; considerando el
marco del Quinto Centenario de la denominada «Conquista de Guatemala
y Cuscatlán1», llevada a cabo por España y sus aliados indígenas a partir
de 1524, y la posterior fundación de la villa de San Salvador en 1525
hasta su traslado al actual emplazamiento en 1545.
El territorio de la república de El Salvador es la composición de dos
espacios geográcos de la época colonial, que constituyeron un segmento
del oriente de Guatemala, durante los tres siglos de la autoridad hispana
(1524-1821); fue hasta mediados de 1824, que la Alcaldía Mayor de
Sonsonate y la Alcaldía Mayor de San Salvador, -después Intendencia-,
pactaron y acordaron un nuevo Estado al que dieron por nombre
«Salvador» a secas, para diferenciarlo del San Salvador del antiguo
régimen (Herquicia, 2020)2
Con la irrupción de conquista de los europeos y sus huestes de indígenas
aliados en el primer cuarto del siglo XVI, el territorio salvadoreño estaba
conformado por una diversidad de entidades etnolingüísticas: Pipiles
de habla Nahuat, Lencas de habla Potón, Mayas de habla Pocomam y
Chortí, Xincas, Ulúas de habla Cacaopera o Kakawira y Matagalpa,
y Chorotegas de habla Mangue, entre otros (Amaroli, 2015)3 Estas
comunidades indígenas cohabitaban en el marco del espacio cultural
más amplio nombrado Mesoamérica (Kirchoff, 1967)4
1 Cuscatlán, era la sede del Señorío del pueblo Pipil de Cuxcatan, población de habla náhuat, que
abarcaba otros territorios pipiles, sumando alrededor de unos siete mil kilómetros cuadrados.
2 Erquicia, Heriberto. El Salvador nacimiento de un Estado. Banco Agrícola, 1ª. Edición, San
Salvador, El Salvador, 2020.
3 Amaroli, Paul. Arqueología de El Salvador. FUNDAR, 1ª. ed. San Salvador, El Salvador,
2015, p. 332.
4 Kirchoff, Paul, Límites geográcos, composición étnica y caracteres culturales. Suplemento
de la revista Tlatoani, México, 1967.
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1524: La irrupción de conquista e invasión de Guatemala y Cuscatlán
La conquista e invasión de Guatemala y Cuscatlán fue una prolongación
de la conquista de México-Tenochtitlán. Hernán Cortés había recogido
informes de los prósperos y abundantes territorios que había más allá de los
linderos bajo el control de los mexicas; por ello quiso ensanchar su señorío
y dominio. Tras la derrota de los mexicas en Tenochtitlán en 1521, se
entabló el contacto entre Cortés y los mayas kaqchikeles y mayas quichés.
Seguidamente después de dar cuenta sobre la caída del imperio Mexica,
hacia 1522, los dos grupos mayas, tanto kaqchikeles como quichés, en un
esfuerzo por demorar e imposibilitar los acontecimientos de conquista,
remitieron representantes ante Cortés formulando ser providenciales al
rey español, como era de esperar, los delegados fueron bien recibidos
por el conquistador (Kramer, Lovell y Lutz, 1993)5 Una táctica manejada
por Cortés fue adelantarse a enviar militares a las fronteras sureñas de
Mesoamérica para no dejar un vacío de poder ante el nal de la jurisdicción
mexica. De igual condición, había que hacerle frente a la expansión
jurisdiccional española procedente de Panamá y Nicaragua, encargada por
Pedrarias Dávila; esto revelaba las dos autoridades que se prorratearían el
istmo Centroamericano (Amaroli, 2015, p. 315)6
Hernán Cortés constituyó dos ejércitos que partieron en 1523, uno
comandado por el capitán Cristóbal de Olid con rumbo hacia Honduras
y el otro encaminado por Pedro de Alvarado (Amaroli, 2015, p. 315)7
Este último partió el 6 de diciembre de 1523 con una hueste de ciento
veinte soldados de caballería, trescientos de infantería, entre ellos ciento
treinta ballesteros y arcabuceros, conjuntamente de centenas de socios
indígenas mexicanos de Cholula y Tlaxcala, y cuatro piezas de artillería
con sucientes balas y pólvora. Escoltaban a esta milicia los hermanos
de Pedro de Alvarado, Jorge, Gonzalo y Gómez de Alvarado, así como
sus primos Hernando y Diego de Alvarado, y su mano derecha, Pedro
Portocarrero (Kramer, Lovell y Lutz, 1993, pp. 29-30)8
5 Kramer, Wendy; Lovell, W. George; Lutz, Christopher H. (1993). La conquista española de
Centroamérica. En: El Régimen Colonial (1524-1750), edición a cargo de Julio Pinto Soria,
Historia General de Centroamérica, tomo II, FLACSO, p. 29.
6 Amaroli, Paul (2015). Arqueología de El Salvador. Fundación Nacional de Arqueología de El
Salvador, FUNDAR. San Salvador, El Salvador, p. 315.
7 Amaroli, (2015). Arqueología de El Salvador…p., 315.
8 Kramer; Lovell; y Lutz, (1993). La conquista española de Centroamérica… pp. 29-30.
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José Heriberto Erquicia Cruz
Pedro de Alvarado fue transcendental al establecer nuevas alianzas con
los pueblos originarios. Los pueblos indígenas que se enlistaron en su
ejército procedían de los importantes reinos y etnias del centro de México:
mexicas, tlapanecas, acolhuas, huezotzincas y tlaxcaltecas. Además,
se les agregarían otros grupos que se hallaban en la ruta a seguir por
Alvarado, entre ellos mixtecas y zapotecas de Oaxaca. Cuando llegaron
a Guatemala, se enlistaron alrededor de mil kaqchikeles, quienes eran
adversos habituales de los pipiles. Para todos estos grupos indígenas era
hondamente signicativo participar en la reyerta al lado de un ejército
de conquista, ya que les ofrecía oportunidades como la obtención de
un botín y el ascenso social por logros en la guerra, algo que en la
cosmovisión mesoamericana era entendido (Amaroli, 2015)9
Los tlaxcaltecas hallaron en los españoles a unos socios para batallar
frente a sus enemigos letales, los mexicas, y fue justamente gracias al
audaz sustento tlaxcalteca que los castellanos lograron arrebatarles la
capital, Tenochtitlán, en 1521. A partir de ello, los tlaxcaltecas estuvieron
presentes en diversas gestas de beligerancia durante el siglo XVI como
9 Amaroli, (2015). Arqueología de El Salvador…p., 318.
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los más eles acompañantes y auxiliares de los conquistadores en
sus trayectos. De esta manera, Tlaxcala acopió diversos privilegios y
prerrogativas en la época virreinal. Con base a todas estas consideraciones,
los tlaxcaltecas fueron el pueblo mexicano de cultura nahua que
progresó y se estableció en varios espacios americanos. Esta coalición
belicosa ha sido documentada en variadas ocasiones, tal es el caso del
Lienzo de Tlaxcala, un manuscrito pictográco que se elaboró en 1552
a postulación del Cabildo de Tlaxcala y del virrey Luis de Velasco. El
conjunto de guras y escenas pintadas se creó para documentar el rol
clave que habían librado los tlaxcaltecas como socios en la conquista
del Nuevo Mundo, con el n de manifestar a la corona española que
eran dignos “de ciertos privilegios, como la disminución o indulgencia
del pago de tributos que las autoridades virreinales imputaban a las
provincias” (Secretaría de Cultura, 2019)10
La conquista de Guatemala abrió con la entrada de Pedro de Alvarado
y su ejército español-mexicano en territorio guatemalteco en febrero de
1524, con disposiciones de comprobar si en realidad existían las valiosas
y fértiles tierras con la diversidad de pueblos que le habían detallado
(Kramer, Lovell y Lutz, 1993, p. 30)11 Encontrándose en Iximché
(Guatemala), y aún entre aliados, Pedro de Alvarado conoció a una
esclava pipil, cuyo nombre se ha registrado como Suchit (Flor), quien
le despabiló con las narraciones sobre la tierra de Cuscatlán; a partir de
ello, Alvarado estableció ”calar la tierra y saber los secretos de ella, para
que su majestad fuese más servido y señorease más tierras” (Amaroli,
2015, p. 324)12 y comenzar su marcha hacia Cuscatlán. Alvarado manejó
exitosamente una táctica española habitual para dividir y conquistar
provincias nativas, que residía en asaltar a los enemigos de los grupos
que se declaraban amistosos hacia los castellanos. Los kaqchikeles
ayudaron por un lapso de tiempo corto a los españoles en la conquista
de sus viejos enemigos, los quichés. Otra expresión de esa habilidad
fue la disposición de Alvarado de anticipar, comenzando en el capital
kaqchikel, para marchar sobre otros de sus enemigos tradicionales, los
pipiles de Izcuintepeque y Cuscatlán, y de esta forma ensanchar su poder
10 Secretaría de Cultura, México (2019). https://www.gob.mx/cultura/articulos/ el-lienzo-de-
tlaxcala-los-tlaxcaltecas-y-su-labor-en-la-conquista?idiom=es
11 Kramer; Lovell; Lutz, (1993). La conquista española de Centroamérica…, p. 30.
12 Amaroli, (2015). Arqueología de El Salvador…p., 324.
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para establecer derecho prior sobre una mayor cuantía de territorio hacia
el sur (Amaroli, 1986, pp. 52-53)13
El derrotero y asedio a Cuscatlán
La conquista de Cuscatlán y del resto del espacio de El Salvador
contemporáneo, no fue una operación militar expedita, sino más bien
un proceso dilatado, y de visibles fracasos para los conquistadores y los
conquistados. Como se ha antedicho, el ejército de Alvarado era una fuerza
multiétnica, ataviada por europeos, africanos y diversos pueblos indígenas
(Amaroli, 2015)14 El asedio e invasión de Cuscatlán es un acontecimiento
de la conquista de Guatemala, como se ha repetido. Alvarado, al marchar
de Izcuintepeque (actual territorio de Guatemala), rumbo al sureste en
camino a la costa del Pacíco, desplegó una operación de tierra arrasada,
quemando poblados, sometiendo y esclavizando a sus habitantes (Kramer,
Lovell y Lutz, 1993, p. 34)15 Luego de franquear el pueblo de Pasaco
(Guatemala), Alvarado salió del área xinca y volvió a ingresar en territorio
pipil, concretamente en los pueblos de Mopicalco, Acatepeque y Acaxual
(Acajutla), situados en el actual El Salvador (Kramer, Lovell y Lutz, 2019,
p. 49)16 Alvarado había ingresado al reino de Cuscatlán, encontrando los
primeros dos poblados pipiles conscientemente abandonados por sus
residentes, Mopicalco y Acatepec (o Acatepeque); esto no representaba
que los pipiles estaban desertando a la desbandada, más bien estaban
conformando un ejército con urgencia para poder enfrentar a los españoles
y sus aliados en Acajutla (Amaroli, 2015, p. 324)17
Así lo narró Alvarado en su segunda Carta de Relación enviada a Hernán
Cortés desde Iximché o Tecpán-Guatemallan en julio de 1524:
“…y de allí me partí para otro pueblo que se dice Mopicalco, y
fui recibido ni más ni menos que de los otros; y cuando llegué
al pueblo no hallé persona viva, y de aquí me partí para otro
13 Amaroli, Paul (1986). En la búsqueda de Cuscatlán. Un proyecto etnohistórico y arqueológico.
Patronato Pro-Patrimonio Cultural, San Salvador, El Salvador, pp. 52-53.
14 Amaroli, (2015). Arqueología de El Salvador…p., 313.
15 Kramer; Lovell; Lutz, (1993). La conquista española de Centroamérica…, p. 34.
16 Kramer, Wendy; Lovell, W. George; Lutz, Christopher H. (2019). Atemorizar la tierra.
Pedro de Alvarado y la conquista de Guatemala, 1520-1541. FyG Editores y Centro de
Investigaciones Regionales de Mesoamérica, CIRMA, Guatemala, p. 49.
17 Amaroli, (2015). Arqueología de El Salvador…p., 324.
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pueblo llamado Acatepeque, a donde no hallé a nadie, antes
estaba todo despoblado. E siguiendo mi propósito, que era de
calar las dichas cien leguas, me partí a otro pueblo que se dice
de Acaxual donde bate la mar del sur en él…”(Alvarado. 2000,
p. 28)
18
Cuando Alvarado alcanzó media legua de Acajutla, observó que los
campos estaban colmados de gente “con sus plumajes y divisas y con
sus armas ofensivas y defensivas” (Alvarado. 2000, p. 29)19Allí, en
medio del llano, lo estaban esperando a él y a los suyos, llegando a ellos
”hasta un tiro de ballesta” (Alvarado. 2000, p. 29)20, quedándose a la
expectativa de que concluyera de llegar su gente. En aquel momento
Alvarado y su ejército se fueron aproximando a sus contendientes,
que eran ”gente de guerra y en ellos no hubo ningún movimiento ni
alteración” (Alvarado. 2000, p. 29)21 En seguida, ilustra Alvarado que
se apartó un cuarto de legua y cercó a sus contendientes, rompiendo
sobre ellos, destrozándolos por completo, no subsistiendo alguno de sus
rivales con vida; y es que los pipiles iban tan armados que el que caía
al suelo no conseguía levantarse, pues eran tan pesadas sus armaduras,
hechas de tres dedos de grosor de algodón, y además cargaban estas
hasta en los pies, igualmente las fechas y lanzas. Una vez estos caían al
suelo eran asesinados por la gente de Alvarado (Alvarado. 2000, p. 29)22
En Acajutla, durante una reyerta, Alvarado fue herido por el impacto de
un echazo en el muslo, y a raíz de esta lesión quedó cojo por el resto
de su vida (Vallejo García-Hevia, 2008, p. 137)23 Alvarado adelantó con
mucho aprieto hacia Tacuscalco. Uno de sus acompañantes españoles,
Pedro Portocarrero, hombre de absoluta conanza, aprisionó a dos espías,
quienes le dejar ver que más adelante los pipiles de Tacuscalco y los
18 Alvarado, Pedro (2000). Segunda Carta de Relación de Alvarado a Cortés. En: Cartas de
Relación y otros documentos. Pedro de Alvarado, Diego García de Palacios y Antonio de
Ciudad Real. Tercera edición, Dirección de Publicaciones e Impresos, Biblioteca de Historia
Salvadoreña, volumen I, San Salvador, El Salvador, p. 28.
19 Alvarado, (2000). Segunda Carta de Relación de Alvarado a Cortés…, p.29.
20 Alvarado, (2000). Segunda Carta de Relación de Alvarado a Cortés…, p.29.
21 Alvarado, (2000). Segunda Carta de Relación de Alvarado a Cortés…, p.29.
22 Alvarado, (2000). Segunda Carta de Relación de Alvarado a Cortés…, p.29.
23 Vallejo García-Hevia, José María (2008). Juicio a un conquistador: Pedro de Alvarado.
Su proceso de residencia en Guatemala (1536-1538). Tomo I. Marcial Pons, Ediciones de
Historia, S.A., Madrid, España, p. 137.
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pueblos adyacentes habían fusionado fuerzas y estaban esperando a los
enemigos invasores de su tierra. Alvarado, tras haber sufrido la herida en
combate, trasladó el mando de las tropas españolas a sus tres hermanos y
tomó posición en la porción más alta de un cerro con vistas al campo de
guerra, desde donde observó la riña que seguía (Kramer, Lovell y Lutz,
2019, p. 50)24 En Tacuscalco se produjo una gran carnicería, después de
la cual descansaron dos días. Alvarado creyó que a partir de esa batalla
los españoles eran experimentadamente imbatibles en terreno despejado
y llano, puesto que los pipiles resolvieron abandonar sus pueblos al
enemigo y esconderse lejos del peligro en las montañas. Esto ocurrió
también en Myahuatlan (Azacualpa, en náhuat «pueblo viejo»), en donde
los pobladores se marcharon a los montes. De Myahuatlan Alvarado se
encauzó a Atehuan (actual Ateos), cerca de su destino previsto, Cuscatlán
(Kramer, Lovell y Lutz, 2019, pp. 50-51)25
Pedro de Alvarado arribó a Cuscatlán en junio de 1524. Cuando los
españoles y sus aliados indígenas se preparaban para instalarse, Alvarado
advirtió que en el pueblo no permanecía ni una tan sola persona, pues
todos habían desaparecido. Acto continuado remitió comisionados a la
elite de Cuscatlán para recordarles sobre la promesa hecha de manifestar
obediencia y sumisión ante sus majestades. Sin embargo, el alegato
de los pipiles de cuscatlecos fue que no saldrían de sus escondrijos,
no obedecerían órdenes y si Alvarado procuraba algo de ellos estarían
ahí esperándolo con sus armas. Alvarado hizo varias intimidaciones,
enviando mensajeros que nunca retornaron, y ordenó expediciones
armadas para localizar y luchar contra los señores y sus guerreros en las
montañas, causando bajas entre los españoles y los indígenas aliados de
Alvarado (Kramer, Lovell y Lutz, 2019, p. 51)26
La violenta campaña de conquista en el territorio pipil de los actuales
Guatemala y El Salvador produjo muchas bajas y solo sometió en
parte la zona. Este suceso sería muy signicativo en la memoria de las
prestaciones hechas a la conquista por los pobladores nahuas y otros
24 Kramer; Lovell; y Lutz (2019). Atemorizar la tierra. Pedro de Alvarado y la conquista de
Guatemala…, p. 50.
25 Kramer; Lovell; y Lutz (2019). Atemorizar la tierra. Pedro de Alvarado y la conquista de
Guatemala…, pp. 50-51.
26 Kramer; Lovell; y Lutz (2019). Atemorizar la tierra. Pedro de Alvarado y la conquista de
Guatemala…, p. 51.
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aliados no mayas (Matthew, 2017, p. 94)27 A discrepancia de lo que
Alvarado esperaba, no halló nada que se aproximara a las valiosas
cuantías de oro que se había extraído a los mexicas, o a lo llevado por Gil
González Dávila y Hernández de Córdoba de Nicaragua. Ese asco y la
indomable resistencia de los indígenas pipiles estimularon que Alvarado
adoptara una actitud más cruel durante la conquista de los territorios de
Cuscatlán. Alvarado retornó a Iximché el 21 de julio de 1524 y se afrontó
con una rebelión de los kaqchikeles, pueblo que primeramente había
sido su aliado en la guerra de conquista de Cuscatlán (Kramer, Lovell
y Lutz, 1993, p. 36)28 Solamente unos días después, el 25 de julio, allí
mismo en la capital kaqchikel (Iximché), fundó la ciudad de Santiago
de los Caballeros de Guatemala (Vallejo García-Hevia, 2008, p. 137)29
Finalmente, luego de siete meses y 21 días desde la salida de México-
Tenochtitlán, Pedro de Alvarado había desarrollado una amplia y sagaz
campaña de conquista, en la que había conseguido llegar hasta la capital
del reino de Cuscatlán, y someter al menos en parte otros reinos, tales
como los quiché, kaqchiquel, tzutujil y buena parte de la región xinca
(Cabezas Carcache y Luján Muñoz, 1994, p. 55)30 Lo que sí permanecía
claro en ese momento era que a Pedro de Alvarado y sus huestes les haría
falta un extenso y dilatado recorrido para poder conquistar y someter por
completo los territorios de Guatemala y Cuscatlán.
Fundación de la villa de San Salvador de Cuscatlán
Luego de haber pasado algunos meses de la primera incursión de
Pedro de Alvarado a Cuscatlán, en junio de 1524, llegó el contingente
armado de Hernando de Soto y encontró despojos que habían dejado
27 Matthew, Laura E. (2017). Memorias de Conquista. De conquistadores indígenas a
mexicanos en la Guatemala colonial. Traducción, Margarita Cruz, Plumsock Mesoamerican
Studies; Centro de Investigaciones Regionales de Mesoamérica, CIRMA, Serie Monográca
19; Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades “Alfonso Vélez Pliego”, Benemérita
Universidad Autónoma de Puebla; Sociedad de Geografía, Estadística y Literatura del Estado
de Tlaxcala; Centro de Estudios Urbanos y Regionales (CEUR), Universidad de San Carlos
de Guatemala, p. 94.
28 Kramer; Lovell; Lutz, (1993). La conquista española de Centroamérica…, p. 36.
29 Vallejo García-Hevia (2008). Juicio a un conquistador…, p.137.
30 Cabezas Carcache, Horacio; Luján Muñoz, Jorge (1994). La Conquista. En: Historia
General de Guatemala, tomo II, Dominación Española: Desde la Conquista hasta 1700. El
Descubrimiento y la Conquista. Director General, Jorge Luján Muñoz, director del Tomo
II, Ernesto Chinchilla Aguilar, Asociación Amigos del País, Fundación para la Cultura y el
Desarrollo, Guatemala, p. 55.
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Erquicia Cruz, José Heriberto. A quinientos años de la llegada de los castellanos. Conquista de Cuscatlán y
fundación de la villa de San Salvador. p. 61-81
los castellanos. La presencia de Hernando de Soto hasta Cuscatlán o
«Nequepio», como era citado desde Nicaragua, surge en la carta que
Pedrarias Dávila remitió al emperador Carlos V, hacia mayo de 1525,
en la cual le noticó el establecimiento de las localidades nicaragüenses
de León y Granada. Esta llegada de avanzada militar y fundacional
desde Nicaragua posiblemente fue el detonante que apresuró que Pedro
de Alvarado resolviera fundar una villa en los dominios de Cuscatlán a
inicios de 1525 (Escalante Arce, 2011, p. 10)31 Así se establecería ese
mismo año la villa de San Salvador en el territorio pipil de Cuscatlán. En
acto de sesión realizada el 6 de mayo de 1525 en el cabildo de la ciudad
de Santiago de los Caballeros de Guatemala, Pedro de Alvarado enunció,
que en nombre de sus majestades había transmitido la fundación de dicha
ciudad de San Salvador, y cómo alcalde nombró a Diego de Holguín y
regidor a Francisco de Arévalo (Sáenz de Santa María, 1991, p. 67)32
Así, la inicial villa de San Salvador se estableció por disposición
exteriorizada de Pedro de Alvarado, estando él en Guatemala, se ubicó
en el territorio de Cuscatlán, no lejos del pueblo indígena de Xochitototl
(unas dos leguas al sur de la actual ciudad de Suchitoto), en el sitio que
luego se denominó el valle de La Bermuda, sabiéndose el nombre de
su alcalde ordinario Diego de Holguín (Barón Castro, 1996, p. 44)33 En
esta trama, la villa de San Salvador de 1525 no se fundó con una con
una reunión de pobladores, sino más bien fue una de las villas que se
establecían con cabildo o ayuntamiento y un ejército de exploración y
conquista. De esa manera sucedió con Veracruz en 1519, con Santiago
de Guatemala en 1524, y al inicio con León de Nicaragua y Granada. Se
trataba de no conceder ante los propósitos expansionistas de Pedrarias
Dávila, por el contrario, de asentar la base fundacional de una villa
anexa a la jurisdicción de Hernán Cortés, pues Pedro de Alvarado era
su lugarteniente. El establecimiento de la villa de San Salvador de 1525,
31 Escalante Arce, Pedro Antonio (2011). Ciudad Vieja, su historia. En: Edición Conmemorativa
Bicentenario, Primer Grito de Independencia 1811-2011. Academia Salvadoreña de la
Historia y La Prensa Gráca, El Salvador, Centroamérica, p. 10.
32 Sáenz de Santa María, Carmelo (1991) Libro Viejo de la fundación de Guatemala, año
1524. Academia de Geografía e Historia de Guatemala, Comisión Interuniversitaria de
Conmemoración del Quinto Centenario del Descubrimiento de América, p. 67.
33 Barón Castro, Rodolfo (1996). Reseña histórica de la villa de San Salvador desde su
fundación en 1525 hasta que recibe el título de Ciudad en 1546. Segunda Edición, dirección
de Publicaciones e Impresos, Consejo Nacional para la Cultura y el Arte, Ministerio de
Educación, San Salvador, El Salvador, p. 44.
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a cargo de un miembro de la casta de los Alvarado, fue efímero. El
levantamiento e insurrección de los kaqchikeles, que se extendió entre
los demás pueblos indígenas de la región, requirió la presencia de los
castellanos en esos territorios. Hubo que esperar hasta abril de 1528
para restablecerla, cuando la ciudad de Santiago de Guatemala ya se
encontraba estable en el sitio de Almolonga hacia noviembre de 1527
(Escalante Arce, 2011, p. 12)34
En agosto de 1526 Pedro de Alvarado viajó a España en la búsqueda
de soporte para sosegar a los que se hallaban en insubordinación en los
territorios recientemente conquistados. Precedentemente a su salida,
este citó a su hermano, Jorge de Alvarado, quien se hallaba en México,
a tomar el compromiso de teniente gobernador. Este último llegó a
Guatemala en marzo de 1527 con refuerzos españoles y una hueste de
entre cinco y seis mil solados mexicanos, entre los cuales se hallaban los
quauhquecholtecas. Hacia noviembre de 1527, Jorge de Alvarado junto
a sus aliados fundó en el valle de Almolonga la ciudad de Santiago de
los Caballeros (Van Akkeren, 2007, pp. 80-81)35 La coalición española-
quauhquecholteca, relatada en el Lienzo de Quauhquechollan, es el
relato de los conquistadores quauhquecholtecas que constituyeron
parte y perseveraron con Jorge de Alvarado, para ser copartícipes en la
conquista de Guatemala (Asselbergs, 2010,36 y Cuscatlán. En denitiva,
el éxito de la conquista de Guatemala y Cuscatlán se debe conferir a
la intervención de los conquistadores indígenas del centro de México,
pues enormes ejércitos de capitanes y soldados indígenas batallaron al
lado de los españoles. Dichos socios suministraron a los españoles una
diversidad de elementos notables como los alimentos ineludibles para
las campañas, pero además brindaron el conocimiento de los caminos
y la manera de hacer la guerra en Mesoamérica. También les revelaron
las costumbres e idiomas de la región. Ellos fueron quienes surtieron los
guerreros y los conocimientos que hicieron de la conquista una empresa
efectiva (Asselbergs, 2010, p. 143)37
34 Escalante Arce, (2011). Ciudad Vieja, su historia…, p.12.
35 Van Akkeren, Ruud (2007) La visión indígena de la conquista. Guatemala: Serviprensa, pp.
80-81.
36 Asselbergs, Florine (2010). Los conquistadores conquistados. El lienzo de Quauhquechollan.
Una visión nahua de la conquista de Guatemala. Plumsock Mesoamerican Studies, Cirma,
Guatemala, p. 119.
37 Asselbergs, Florine (2010). Los conquistadores conquistados…, p. 143.
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Antonio de Remesal expresó respecto de la segunda fundación de san
Salvador, que en 1528 el teniente gobernador y capitán general Jorge de
Alvarado enunció:
“…dio orden para tener sujeta y de paz la provincia de Cuscatlán,
que era una de las más ricas y principales de la gobernación de
Guatemala que en ella se hiciese una población de españoles,
la cual dio por nombre villa de San Salvador, dejando a la
voluntad y albedrío de los ociales que enviaba, la elección del
sitio más conveniente que les pareciese para asiento del lugar.”
(Remesal, 1966, p. 1298)
38
La villa de San Salvador fue establecida en un área al norte del territorio
pipil de Cuscatlán, que supuestamente tenía poca o ninguna población
al momento de la conquista. Se presume que la región sirvió como
zona neutral entre los pipiles al oeste y sur y los lencas al este (Fowler,
2007, p.5)39 San Salvador, desde el ámbito urbano y poblacional, inició
indiscutiblemente en 1528 con la rehabilitación llevada a cabo por
Diego de Alvarado, enviado de Jorge de Alvarado, y el contingente
de soldados en calidad de iniciales pobladores y sus acompañantes
indígenas, quienes el primero de abril de 1528 asentaron la villa al
extremo del cerro Tecomatepe, hoy el sitio histórico de Ciudad Vieja.
En ese lugar los mandos y cabildo entero realizaron la solemnidad de
la fundación de la villa, con los puntuales actos civiles y religiosos.
Asimismo, se demarcaron las vitales manzanas y los solares de los
primeros moradores; con ello, inició la ocupación de la tierra y el origen
de la propiedad privada en el territorio. Además, se instauraron las áreas
para la casa del cabildo o ayuntamiento y para la inmueble de la iglesia
parroquial, todo esto documentado en el acta de refundación de la villa
de San Salvador (Escalante Arce, 2011, p. 5)40 De este modo la villa,
comenzó a vivir en un espacio privilegiado por barrancas y defensas
naturales, con suciente agua y población indígena en las cercanías, lo
38 Remesal, Antonio (1966). Historia General de las Indias Occidentales y particular de la
gobernación de Chiapas y Guatemala. Tomo III, libro IX, Biblioteca Guatemalteca de Cultura
Popular “15 de septiembre”, volumen 93, Departamento Editorial y de Producción de Material
Didáctico “José de Pineda Ibarra”, Ministerio de Educación, p. 1298.
39 Fowler, William R. (2007). El Fin de la Civilización Pipil Precolombina: Ciudad Vieja, El
Salvador. FAMSI, p.5.
40 Escalante Arce, (2011). Ciudad Vieja, su historia…, p. 5.
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que le manifestó un carácter de villa-fortaleza pues el territorio aún no
se encontraba en paz y se incrementaban los levantamientos (Escalante
Arce, 2011, p. 12)41
La villa de San Salvador temprana fue establecida por 73 vecinos en
1528. Su población de españoles uctuó entre 50 y 70 vecinos y llegó
a tener 44 encomenderos para 1545. Estos encomenderos poseían
derechos legales sobre unos 12,000 trabajadores pipiles en la provincia
de Cuscatlán (Card, 2011, pp. 248-251)42 En las franjas de máximo
control hispano, los encomenderos hurtaron indígenas de sus propias
encomiendas para esclavizarlos; otros españoles organizaron irrupciones
nocturnas en poblaciones ya pacicados, con el objetivo de conseguir
indígenas para someterlos (Kramer, Lovell y Lutz, 1993, p. 59)43 En
1532 se realizó el censo de encomiendas de los vecinos de la villa de
San Salvador por su párroco, Antonio González Lozano, a deferencia de
Francisco Marroquín, vicario de Santiago de Guatemala. Este padrón se
conoce como La Relación Marroquín. El documento es recuento de las
declaraciones de cerca de 70 encomenderos, que ofrecen una mirada de
Cuscatlán y términos aledaños. La villa de San Salvador fue ampliando
su importancia como sitio de camino ineludible entre la ciudad de
León en Nicaragua y Guatemala, así como hacia las localidades de
Comayagua y Gracias, y Puerto Caballos en Honduras. Además, fue
paraje de enlace de tres obispados que recién habían sido establecidos,
los de Guatemala, Honduras y Nicaragua (Escalante Arce, 2011, p. 10)44
A raíz de la importancia sostenida de la villa de San Salvador, tuvo que
sufrir los embates y conictos del siglo XVI temprano. Uno de dichos
episodios bélicos fue el desarrollo Martín de Estete desde Nicaragua,
en la llamada guerra de Nequepio (Cuscatlán), saliendo San Salvador
intacta de dicha incursión. De esta manera, la villa-fortaleza se cuidaba
también de no exponerse a los alzamientos indígenas, sin embargo,
los hubo (Escalante Arce, 2011, p. 10)45 Sin embargo, Estete arremetió
41 Escalante Arce, (2011). Ciudad Vieja, su historia…, p. 12.
42 Card, Jeb J. (2011). Transformaciones de identidad en El Salvador en la época colonial
temprana: gente y cerámica de la villa de San Salvador en el siglo XVI. En: Arqueología de El
Salvador, La Universidad, Órgano cientíco-sociocultural de la Universidad de El Salvador,
Nueva Época, número 14-15, pp. 248-251.
43 Kramer; Lovell; Lutz, (1993). La conquista española de Centroamérica…, p. 59.
44 Escalante Arce, (2011). Ciudad Vieja, su historia…, p. 10.
45 Escalante Arce, (2011). Ciudad Vieja, su historia…, p. 10.
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en contra de seis comunidades indígenas sansalvadoreñas, obteniendo
unos quinientos indígenas, los cuales esclavizó y consignó hacia León
-Nicaragua- (Kramer, Lovell y Lutz, 1993, p. 59)46
Quizá una de las rebeliones más notorias en contra de las autoridades
de la villa de San Salvador, es el levantamiento de pipiles en 1538 en
el lugar conocido como Cinacantán, situado en la costa del Bálsamo.
Cuando ya se daba por quieto el proceso de control y sosiego de los
nuevos dominios reales en Cuscatlán, transitó la alarma de un nuevo y
enérgico levantamiento, en el que los indígenas locales se «empeñolaban»
(término acuñado por los castellanos para referirse a una táctica militar
distintiva de los levantamientos o reyertas pipiles), lo que radicaba en
irse a la cúspide de los cerros y esperar a los enemigos, para luego poder
atacarlos desde un punto estratégico y conveniente (Erquicia Cruz, 2008,
p. 48)47 La reconstrucción de dichos sucesos se basa en las probanzas
militares de dos vecinos de la villa de San Salvador, Bartolomé Bermúdez
y Miguel Díaz Peñacorba, actores de las gestas. Según armaciones de
Miguel Díaz Peñacorba en julio de 1538:
“…andando conquistando en los términos de esta villa de San
Salvador, llegamos a un fuerte peñol que dicen Cinacantlán,
donde los dos primeros acometimientos que en términos de dos
horas le hicimos, fuimos heridos y despeñados la mayor parte de
los españoles y que habiéndome retirado a posar… me allegué
yo solo al pie de la peña y allí tuve plática con el señor de los
contrarios…Entramos 6 españoles desarmados en aquel peñol
y aunque conocimos a la traición de los enemigos, subimos,
herrando nuestras armas secretas, siendo yo de los españoles
el primero en subir…y tuvimos en el peñol hasta que del Real
fuimos socorridos y fue ganado; muy gran número de enemigos
y sin muerte de ningún español, y la tierra toda luego se dio al
servicio de su majestad…” (Barón Castro, 1996, p. 110)48
46 Kramer; Lovell; Lutz, (1993). La conquista española de Centroamérica…, p. 59.
47 Erquicia Cruz, J. H. (2008). Proyecto de registro y reconocimiento de sitios arqueológicos
históricos de El Salvador (PAHES-UTEC) Primera fase 2007. En: Revista Entorno, No. 40,
p.48.
48 Barón Castro, Rodolfo (1996). Reseña histórica de la villa de San Salvador…, p. 110.
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Bartolomé Bermúdez, por su parte, exhibe distintos pormenores del
acontecimiento:
“…que el dicho Diego de Alvarado y la demás parte de los
españoles que estábamos con él, fuimos haciendo guerra a
poner cerco al dicho peñol de Cinacantlán y si saben que el
día que llegamos al dicho peñol acometimos dos veces, y la
primera vez nos derrocaron a fechazos y a bote de picas del
peñol bajo, y saben ser yo, el dicho Bartolomé Bermúdez,
uno de los que vinieron rodando… Estando como dicho es,
el capitán y la demás parte de nosotros heridos, y sin haber
remedio de poderles ganar el peñol, y si saben que yo, el dicho
Bartolomé Bermúdez, viendo el peligro en que estábamos…
hice una escala…de madera y lo puse al pie del peñol y si sabía
que como los enemigos vieron el ingenio de madera, dejaron de
tirar fechas y piedras y de dar gritos…” (Barón Castro, 1996,
p. 108)
49
La crueldad, violencia e intimidación hacia la población indígena sin
más exacerbó su espíritu de resistencia a lo extenso de la época colonial.
Y es que la esclavización de los indígenas indujo cada vez más acciones
bélicas por parte de los pueblos originarios. El trinomio conquista-
encomienda-esclavitud incitó el binomio resistencia-rebelión (Kramer,
Lovell y Lutz, 1993, pp. 63-64)50
Denitivamente, el contingente encaminado por Diego de
Alvarado fue desplazado para someter a los sublevados. A la
postre de dos ensayos malogrados, los españoles arremetieron
por tercera vez, obteniendo conquistar el peñón y terminando
con la resistencia indígena (Gallardo Mejía, 2014, p. 83)
51
En
todo el territorio san salvadoreño, a ambos lados del río Lempa,
se registraron incidentes de rebelión indígena; desde nales
de 1530 hasta 1547, cuando las huestes españolas lograron
49 Barón Castro, (1996). Reseña histórica de la villa de San Salvador…, p.108.
50 Kramer; Lovell; Lutz, (1993). La conquista española de Centroamérica…, pp. 63-64.
51 Gallardo Mejía, Francisco Roberto (2014). El sitio arqueológico Cinacantan. Primer
levantamiento indígena en Cuscatlán. En: Revista de Museología Koot, año 4, No. 5,
Universidad Tecnológica de El Salvador, p.83.
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pacicar la región, hubo insubordinación continua (Kramer,
Lovell y Lutz, 1993, p. 69)
52
Las epidemias y muertes fueron
desastrosas en la América conquistada, probablemente en
Cuscatlán, el período de conquista clausuró en 1545, con la
pandemia de Cocoliztli (un tipo de ebre hemorrágica viral), que
transgredió de manera decisiva a las comunidades indígenas,
golpeando primordialmente las instituciones socioculturales
nativas (Amaroli, 2015, pp- 342-343)
53
El emplazamiento de la villa de San Salvador en el valle de
la Bermuda, hacia 1545 ya no brindaba las condiciones ni las
particularidades para responder al desarrollo y a los nuevos
tiempos de las provincias castellanas de ultramar, por lo cual
se indagó un nuevo sitio cerca de la localidad de Cuzcatlán-
Nequepio, en el valle que el franciscano fray Francisco Vázquez
llamó Zalcuatitán (Escalante Arce, 2011, p. 10)
54
, en dónde se
asentó denitivamente la villa de San Salvador, que luego en
1546, obtendría la categoría de ciudad y es su emplazamiento
hasta el presente.
Consideraciones nales
Es importante expresar que para comprender los hechos la Conquista
de Guatemala y Cuscatlán, hay que dar cuenta de la documentación,
tanto elaborada por los españoles que participaron como actores de las
incursiones, batallas, alianzas y estrategias; como por los indígenas
aliados, quienes documentaron en sus respectivos pictogramas y códices,
sus hazañas, sus acompañamientos, los cuales sirvieron para cotejar ante
los españoles la lealtad en el espacio y tiempo dentro del cual accionaron
para la llegada al poder de un nuevo régimen de autoridad.
También existe el registro elaborado por algunos de los pueblos
«conquistados», que se encuentran en las crónicas indígenas, tales como,
los documentos escritos por nobles K´iche´: (1) Título K´oyoi; (2) Título
Nijaib I; (3)Título Huitziltzil Tz´unum; y (4) el Título de Totonicapán;
52 Kramer; Lovell; Lutz, (1993). La conquista española de Centroamérica…, p. 69.
53 Amaroli, (2015). Arqueología de El Salvador…pp., 342-343.
54 Escalante Arce, (2011). Ciudad Vieja, su historia…, p. 10.
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asimismo los conjuntos de textos hechos por la nobleza Kaqchikel Xajil:
(1)Memorial de Sololá/ Anales de los Kaqchikeles; y nalmente, dos cartas
y un documento patrocinados por los Ajtz´ikinajay: (1) la carta de los
Ajtz´ikinajay de 1570; (2) La Relación de los Caciques y Principales del
pueblo de Atitlán de 1571; (3) y un escrito sin título, redactado en tz´utujil
en el siglo XVI y publicado en español en 1712; y es que hay que valorara
que muchos de estos documentos, fueron redactados en sus idiomas nativos,
con el propósito de resguardarlos celosamente como memorias para su
comunidad (Ivic y Ramírez de Gálvez, 2024, pp. 57-69)55
Hay que tomar en cuenta dos hechos importantes de la conquista
de Guatemala y Cuscatlán, «La conquista española», a la luz de la
documentación, fue un proceso cruel y sangriento, en dónde los
invasores españoles fueron minoría; poseyendo dos grandes ventajas: (1)
el arribo previo de las pandemias importadas desde las Antillas a partir
del advenimiento de Cristóbal Colón; (2) la disposición de cuantiosos
aliados indígenas, que trataban de vengarse de sus hostiles enemigos
(Ivic y Ramírez de Gálvez, 2024, p. 55)56
Además, como se ha expresado, la contienda de los conquistadores
españoles y sus aliados indígenas, no solamente era fue una reyerta en
contra de los pueblos y localidades que se pretendían conquistar; sino
también, había otra disputa por conquistar territorios que aún no habían
sido merodeados por otras huestes de conquista de castellanos, como
ocurrió en el espacio de Cuscatlán, con las incursiones de la gente de
Pedrarias Dávila, por algo la segunda fundación de villa en el actual El
Salvador, sería al oriente del río Lempa, en dónde se instalara en 1530
la villa de San Miguel de la Frontera, como un designio de «hasta acá,
llega mi territorio.»
La complejidad de la conquista y luego la aparente carrera por fundar
villas, como territorios demarcados por las «compañías de conquista»
que se asomaban del norte y del sur, brindó, para el caso de la villa de
San Salvador, tres fundaciones: una en 1525, que fue más bien nominal
55 Ivic, Matilde y Miriam Ramírez de Gálvez, (2024). «Fue cosa temible verlos entrar…». La
conquista de Guatemala según las crónicas indígenas, Editorial Piedra Santa, Guatemala, pp.
57-69.
56 Ivic y Ramírez de Gálvez, (2024). «Fue cosa temible verlos entrar…» …, p. 25.
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y muy probable de un «campamento de avanzada»; la del 01 de abril de
1528, con toda la solemnidad del caso y que al día de hoy resguarda los
restos de aquella villa prístina de carácter defensiva y militar, actualmente
el sitio histórico de Ciudad Vieja; y la última fundación de 1545, la de su
traslado al actual emplazamiento de la capital salvadoreña.
Este texto, pretende brindar una aproximación a los relatos de la
conquista del territorio del pueblo pipil de habla náhuat de Cuscatlán y
la fundación de la villa de San Salvador de Cuscatlán, que pronto estará
por evocar y llegar a su quinto centenario de constitución.
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Guatemala: Serviprensa
DIRECCIÓN DE CULTURA
MUSEO UNIVERSITARIO DE ANTROPOLOGÍA
NOMBRE: Vasija antropomorfa
DIMENSIONES: Alto: 25 cm Ancho: 17.5 cm
Vasija con representación antropomorfa, presenta restos de pintura roja
con hematites especulares, con base plana, silueta compuesta y borde
redondeado. Presenta un personaje antropomorfo en posición sedente,
tiene un tocado con posible representación de granos de cacao; muestra
facciones longevas, con características de Huehuetéotl.